Josué 4:6-13 sugiere una realidad que muchos ignoran y que a otros no les gustaría escuchar: a veces esperamos un milagro en nuestras vidas. Deseamos que se produzca un golpe de suerte que nos catapulte en segundos hacia la solución mágica de todos nuestros problemas. Pero Dios no prometió eso. La Biblia contiene más de 3000 promesas que él hizo a sus hijos fieles a través de la historia humana, pero el ejemplo de Caleb habla de la parte que nos corresponde hacer para obtener las promesas divinas.
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